Narón, 17 de agosto de 2023.- El festival arranca mañana una programación cuatro días de música y mar en siete localizaciones de cuatro ayuntamientos de la Costa Ártabra, donde se abarcan todos los colores del jazz, transitando desde propuestas flamencas al digiland de Nueva Orleáns, el gypsy o la música swing, para recalar en la diversidad de interesantes proyectos gallegos que pintan el jazz con neosoul, funk o experimentación en la búsqueda de nuevas sonoridades. Cada uno de los conciertos de esta séptima edición será una ocasión única para disfrutar de momentos en los que la música, el paisaje y el público se retroalimentan para lograr experiencias que año tras año van quedando en la memoria de quien tiene la suerte de vivirlas, y van ampliando la familia de este pequeño y escogido festival que permanece fiel a su misión de acercar el jazz a las villas de la costa ártabra y de hacerlo en perfecta comunión con la naturaleza, el patrimonio, el territorio y las personas que lo habitan. El programa de este año está lleno de tesoros musicales y el primero de ellos no se va a hacer esperar. El Jazz de Ría empieza fuerte y programa para su apertura una noche de jazz flamenco muy poco habitual en los escenarios gallegos. Mañana viernes, a las 21.30 horas, subirán al palco dos animales escénicos a los que resulta difícil ver juntos sube el escenario, Josemi Carmona y Jorge Pardo, a los que en esta ocasión estarán acompañados por el percusionista gallego Moisés Fernández, que ya fue protagonista de una de las noches más memorables de la historia del festival en el año 2019. Josemi Carmona, guitarrista brillante e hijo del maestro Pepe Habichuela, es un absoluto punto de referencia en la fusión de las músicas del mundo. Su figura en Ketama, a los que se unió con solo 14 años, fue imprescindible, colaborando paralelamente en los discos de artistas tan relevantes como Paco de Lucía o Alejandro Sanz. Tras veinte años con Ketama, inició su carrera en solitario, fusionando el flamenco con el jazz, la bossa nova o la salsa, encontrando un lenguaje único. El flautista y saxofonista Jorge Pardo es pionero en la fusión entre el jazz y el flamenco. Tocó durante años con grandes referentes como Paco de Lucía o Camarón, grabando discos tan relevantes como "La Leyenda del Tiempo", con el que se marcó para siempre jamás la historia de la música. Compañero de giras de Chick Corea, de Tino dice Geraldo o de Carles Benavent, no se entiende sin él la fusión del jazz, y por eso fue galardonado con premios de tanto prestigio como el Premio Nacional de lanas Músicas Actuales otorgado por el Ministerio de Educación y Cultura (2015) o lo de Mejor Músico Europeo de Jazz por parte de la Academia Francesa de Jazz (2013). Al respeto de esta colaboración, la directora del festival, Aitana Cuétara explica que a la hora de programar siempre procura “un equilibrio entre el jazz gallego y los proyectos más interesantes del jazz estatal, apostando por el intercambio y la colaboración con artistas y festivales de otros lugares, y el concierto de apertura de esta edición es una buena muestra”. Este concierto es abierto, accesible y gratuito gracias al apoyo imprescindible del Padroado da Cultura del Ayuntamiento de Narón. El sábado, romería swing Para el sábado, el festival tiene preparada una romería swing durante toda la jornada en el Parque de Freixeiro que empezará a mediodía con una sesión vermú de Stompy Seven Jass Band reinterpretando los clásicos del jazz de Nueva Orleáns en los años 20. Continuará por la tarde con un aula abierta de baile lindy hop a cargo de la escuela Swing On; un concierto itinerante al más puro estilo fanfarria o banda gypsy a cargo de Los Bregadiers; un taller de fabricación de instrumentos de percusión con material de reciclaje para menores impartido por la Escuela de la Vaca; y una sesión de DJs Swing On. La romería finalizará bien entrada la noche con el swing de los años 30, 40 y 50 de St. James Swing Band y Por mí, Swing, que seguirán acercando propuestas bailables de lindy hop, claquette, balboa, charleston o collegiate shag…, estilos que que cada vez tienen más adeptos. Domingo entre Neda y Cedeira El domingo el festival cambia de escenario. Al mediodía, la Ribeira de San Nicolás, en Neda, será el maravilloso paño de fondo para el neosoul en gallego de la banda Udra premiada en la última edición de los premios Martín Códax de la Música. Por la tarde en Cedeira, la programación comenzará con una ruta por el Sarridal que saldrá del puerto de Cedeira para finalizar en el Castillo de la Concepción con los relatos musicados del espectáculo ‘Amar’ en el que Rilo & Penadique recrean historias de mujeres del mar. Por la noche, en el parque de San Isidro, Xosé Miguélez & Jean-Michel Pilc Quartet envolverán al público en un gusanillo de búsqueda sonora e invención musical, en la que el jazz será experimental o no será. Cierre en los balcones del Atlántico El lunes el Jazz de Ría cerrará esta séptima edición en los impresionantes escenarios naturales de Valdoviño. La programación de esta última jornada comenzará por la tarde con la ruta Balcones al Atlántico que saldrá de la Playa del Baleo y que contará con dos paradas musicales en miradores en los que el público podrá escuchar las propuestas de Fausto Escrigas y Lorena Cachito. El concierto de cierre será a las 21.30 horas en la Playa del Baleo, donde la vocalista y compositora gallego-suiza Nastasia Zürcher desplegará su colorida y enérgica propuesta "But Life Is Beauty Full", un concierto ecléctico y emocionante en este fin de fiesta que recorrerá un mundo de sonoridades y lenguas diversas, como el propio festival. Todas las actividades son gratuitas y de acceso libre, excepto la ruta Balcones al Atlántico, para la cual es necesario reservar el transporte en bus hasta el punto de partida; y el taller de la Escuela de la Vaca, para el cual también será preciso inscribir a los menores gratuítamente. Las rutas de Sarridal y Balcones al Atlántico no están recomendados para personas con movilidad reducida. Por segundo año consecutivo, el Jazz de Ría cuenta con el apoyo de Cervezas Alhambra, dentro de su apuesta por la creación de experiencias musicales únicas pensadas para disfrutar sin prisa y con los cinco sentidos. El festival también se alía en esta edición con las bodegas Martín Códax a través de la presencia en las barras de sus espumosos Alma Atlántico. Una costa unida por el jazz y la sostenibilidad A lo largo de seis ediciones, el festival logró una importante colaboración y un necesario diálogo entre las localidades que lo acogieron, unidas por el mar, la tradición marítima e industrial, y el paisaje natural. La participación del vecindario y la recuperación de la memoria son también parte de la filosofía de este festival que una vez más presentará un programa sostenible y responsable en el que eliminará al 100% el plástico de un solo uso empleando llaves de agua de la traída para el público y repartiendo botellas reutilizables para los equipos artísticos y técnicos. Además, se emplearán envases reciclables en las barras y se reeditará también la Operación Ecovaso para animar al público a llevar su propio ecovaso, reutilizando y dándole otra vida a los que tenemos en la casa de otros festivales. Para las personas que no lleven su ecovaso, habrá en las barras vasos de tarjeta reciclado y 100% reciclables. Asimismo, el festival trabaja con filosofía kilómetro 0 procurando que todo lo que se sirve en el catering para artistas sea de comercio local y distribuido o/y cocinado por empresas de la zona, evitando plásticos y apostando por materiales de un solo uso compostables o de tarjeta. Para la gestión de los residuos, el festival tiene un acuerdo con Ecoembes, que coloca en los recintos papeleras de diferentes colores bien indicadas para separar correctamente la basura. Dentro de la sostenibilidad social, la organización pone especial cuidado en la elección de localizaciones amables, cómodas y seguras para todo tipo de personas en cuanto a accesos, volumen, luz, visibilidad y movilidad. Y en el ámbito de la igualdad, conscientes de la enorme descompensación de género en el jazz, cada año se procura diversidad tanto arriba de los escenarios, como en el equipo del festival, integrado en su mayoría por mujeres. Un año más, el Jazz de Ría teñirá con los colores del de jazz las villas de la Costa Ártabra con el propósito de convertir a la comarca de Ferrolterra en un territorio de referencia dentro del mapa de los festivales de jazz; una referencia no solo musical, si no también turística, desde la sostenibilidad y la responsabilidad con el entorno natural y social, que le valió en 2021 un reconocimiento extraordinario en los Premios Martín Códax de la Música.